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Lejía Rebeca
Epifania Sanz Bueno fundó en 1940 la fábrica de lejía que en la actualidad dirigen sus nietos. Doña Epifania inició la actividad de diluir hipoclorito sódico en agua (lejía) en uno pequeño local de apenas 200 metros cuadrados en Navatejera.
En el año 1961, su hijo Epifanio Redondo traslada la actividad al número 97 de la calle Mariano Andrés.
Lejos quedaban ya los años de envasar en cristal y del reparto en carro conducido por la fundadora por las calles de la ciudad, así como de los métodos artesanales de fabricación.
La demanda obliga a ampliar horizontes y se abre una nueva etapa, la de la distribución de productos de limpieza profesionales para colectividades.
Se trata de marcas como Johnson Wax o Camp Industrial (hoy Reckitt-Benckiser) con la que mantiene la exclusividad desde 1982. Dos años antes, la producción y almacenaje se había trasladado de nuevo a Navatejera, pero en este caso a unas instalaciones de 2.700 metros.
La nueva generación, la de los nietos de doña Epifania, ha traído nueva actividad, como es el caso de la fabricación y distribución de productos para tratamiento de aguas, piscinas y plantas potabilizadoras. Asimismo, desde el año 2003 se ha introducido la distribución de maquinaria profesional de limpieza, a través de la firma Bladi, S.L.
En la actualidad, la base de la firma de Productos Rebeca es la fabricación de lejía, más de 4,5 millones de litros al año, en un proceso integral, desde la fabricación de los envases de polietileno hasta su distribución.
Además de Rebeca, se ofrecen otras marcas de lejía y son especialistas en marcas blancas.
No nos podemos olvidar del marido de Epifania. Victorino Redondo Garcia. Que fuè Guardia Civil de Caballeria, destinado en Leòn, el matrimonio vivio en el Cuartel de la G.C. situado en la Calle llamada de Los Guardias, en ella nacieron los dos primeros hijos, Angel ( Pepe ) y Pablo en 1915 y 1916. Cuando se licencio de la Guardia Civil, paso a ser Guardia Jurado en el Ferrocarril de la Robla. En los primeros años de la Fabrica de Lejia Rebeca, todos los hijos, excepto de los dos primeros, trabajaron en la Fabrica. Antonio que era Guardia Civil, llevaba la contabilidad, Licinio como Comercial, Nardo dando la cara en la Fabrica y con los repartidores, todavia recuerdo a Cesar y Alfredo. Epi estaba estudiando en Oviedo y cuando termino la carrera paso a dirigir la Fabrica de Lejias Rebeca. Raquel monto una tienda en el mismo edificio ytrabajo en ella hasta que se caso, despues la llevo Licinio. Recuerdo al Tordo, y al Rubio los dos caballos con los que se hacia el reparto, despues se mecanizo el reparto con una motocarro ROA y una ISO. Es una bonita historia larga de contar.
ResponderEliminarHola Pablo;
ResponderEliminarYo soy hijo de Antonio. Me imagino que tu eres hijo de Pepe y Sara.Creo que no nos conocemos personalmente. Tu hermano Pepín venía a León de vez en cuando y si llegué a conocerle. De tí unicamente he oido hablar.
Sabes cosas de las que no tenía ni puñetera idea. Yo no conocí las motocarros y, por ende, tampoco los caballos, A Cesar sí, pero Alfredo ni me suena. Sólo te queda contar algo de Fidela y de Vitorina, de las que no dices nada.
Repasa en tu memoria si tienes alguna anécdota de los abuelos. Nuestros padres apenas nos han hablado de ellos.
El año pasado estuve en Zazuar, el pueblo de la abuela. Me encontré con un hijo de una prima de la abuela, Felipez Hernandez Sanz. Tiene unos 80 tacos y se acordaba de la abuela, ligeramente, ya que, al parecer, su madre se escribía con la abuela. Se sabía toda la historia de la herencia de los "Calorros"(hermanos de la abuela) y de la putada que le hicieron a la abuela, cuando murió su abuelo, ya que su madre había muerto con anterioridad. Me enseño la casa del bisabuelo, que todavía está en pie.
Pasamos unas horas en el pueblo y pusimos un poco nerviosos a los Calorros, que se pensaban que ibamos de sondeo por lo de la herencia.
Tu padre estuvo en Zazuar, en las fiestas, cuando era joven. Felipe, que por la época era un niño, se acordaba perfectamente del éxito que alcanzó entre las mozas. Al parecer no volvió más. Así que cuando aparecimos nosotros medio pueblo vino a vernos.
La zona está incluida en la Ribera del Duero. En la cooperativa vinícola nos querían vender el vino a precio de mercado; pero Felipe les dijo que éramos del pueblo y para éstos hay un precio especial (descuento del 90%).
En el pueblo hay muchos Sanz, pero abundan más los Bueno.
Tengo una amiga que se apellida Redondo y es del Valle de Redondo, en Palencia, muy cerca de Aguilar, Barruelo y la zona esa. Me ha dado algunas referencia de la familia del abuelo. Vitorina mantuvo contacto con la familia que quedó allí. Pero es una parte de nuestros ancestros menos conocida. Al menos para mi.
Bueno, Pablo, me alegra verte por este blog que Tory ha preparado con tanto esmero. Yo vivo en Madrid, por Cuzco. Cuando quieras nos arremangamos una comida y nos conocemos.
Saludos a todos y una cordial bienvenida para Pablo.
Juan A.