Una melodía dulce y ensoñadora que representa el ideal de paz y sosiego navideños. El aria para alto “Schlafe, mein Liebster, geniesse der Ruh”, de Juan Sebastian Bach, una nana preciosa al Niño Jesús:
¡Duerme mi amor, duerme en paz,
y vela por nuestro sosiego!
¡Siente en tu pecho
la alegría que desborda
nuestros corazones!
¡Que paséis, de todo corazón, una muy Feliz Navidad!
Otra magnífica cena, digna del Pantagruel y Garagantúa. En un ambiente estupendo, donde todas las ideas, las ideologías, los pensamientos, las religiones, las edades, los estilos tenían cabida.
El comedor reservado, los camareros, el cocinero, a mayor altura que lo que nos costó el ágape, en los tiempos que corren.
El fin de fiesta es, como otros años, complicado de gestionar. Una parte le gusta la bachata, a otros el bacalao, otra facción adora la música de los 80 y 90, otros se remontan a los 60 y 70 y, los menos, las rancheras -¿?- el rap, el house y el dance. Esta epopeya la resolveremos el año que viene, como decía Ruchie, mediante el "pseudoalquiler" (con las copas que tomaremos irán que ondularán) de un espacio, pub, bareto, disco, local o, en última instancia, botellón en Papalaguinda, a cuyo reponsable, se facilitará una lista de música o, mejor aun, un artilugio, pendrive o similar, binario con la menestra de notas musicales, debidamente enlatadas y ordenadas, recogiendo la pluralidad y riqueza de estilos que nos gustan, es decir, un mucho de todo, mezclado y variado.
Como estas cosas llevan tiempo, habrá que adquirir innumerables CD o DVD, conviene que vayáis pensando, cada uno, en vuestra intimidad o en grupo que coadyuve al propósito perseguido, en aquellas canciones que os deleitan. Las vamos poniendo en el wasapo familiar y las iremos enlatando. A lo sumo 4 por barba que por 25, dan 100 piezas de a 3, minutos -de media-, que se traducen en una sesión de 5 horas. Al que resista hasta el final, propongo que se le conceda el Vellocino de Oro. Se puede articular en tandas de 25 temas; uno de cada participante.
Este año en la crónica de nuestra cena de primos, dejo el menú, como es habitual. El restaurante elegido por Ruchi, Casa Rafa, es un lugar agradable, clásico, en él comenzamos esta cita que ya se encuentra en su ¡séptima edición! ¡Campeones!
Los entrantes exquisitos con embutidos, anchoas con ajos muy picados (me encantó ese toque de ajo, no lo había probado), gambas al ajillo con trocitos de bacon (torreznos), fritos de calamares y croquetas, salpicón de rape (pixín) y patatas a la importancia (dejaré la receta en el blog). Faltaron las mollejas, que tomamos en la primera cita (Agus, ¡sí había mollejas).
Como segundo, rape en su jugo con guarnición de patatas o bien cabrito al horno.
De postre un suflé con helado realmente bueno, servido en una bandeja enorme. Riquísimo.
Es una alegría volver a veros y me encantó encontrar a Leo y a Susana (llegar desde Palma de Mallorca es toda una travesía).
La cena resultó muy agradable en vuestra compañía, sois unos soles.
Recordé aquellas conversaciones que mantenía con Agus en la adolescencia, hablando sobre todo lo divino y humano, es como si el tiempo no hubiera pasado, sigo conectando totalmente con él. Agus, gracias por todo lo que compartimos, es muy importante recordarlo, mucho ¿verdad?
Con mi despiste habitual, me olvidé del Libro de Actas, pero dejamos nuestros mensajes en hojas que guardaré en el Libro, ¡perdón!
Este año bailamos, pero no todos, era una música tecno horrorosa, sin letra, altísima, no nos permitía hablar, música que suena lo mismo una y otra vez, repetitiva hasta el infinito ¡qué lata! Es pura tecnología, decía Pablo cada poco, y sí, no tiene emoción, al menos no se la encuentro. Bailé porque me encanta bailar, pero no conecto en absoluto con ella. Me parece que no tiene sentimiento, aunque a juzgar por el ambiente, es la habitual. Tenemos que aplicarnos para el próximo año en buscar un lugar donde, por lo menos, podamos hablar, bailar y cantar, que es importante.
Marta le pidió al DJ algo más acorde para nosotros, y ¡nanai de la China! La música de los 60, 70, 80 y 90 brilló por su ausencia, tecno y más tecno...
Faltó Ruchi, que se encontraba con un gripazo impresionante. ¡Te echamos mucho de menos! Y a Carlos, que se encontraba de viaje. Carla y Jhon (¡os recordamos!) tampoco pudieron venir.
Gracias (ya sabéis, como nos nombrábamos de pequeños) a Pablito, Pilar, Orlandito, Mar, Juan, Loreto, Tori junior, Leo, Susana, Pilina, Agus, Edu, Martita, Manuel, Carlos, Jose, Bert, Ana, Jose, May, Pedro y Rosa...
¡Muchos besos para TODOS!!!
Y como no puede faltar la música (y nadie tiene ni idea de lo que bailamos), os la dejo yo con un clásico con mucho ritmo, (Raphael y Alaska... ¡ay! estos DJ, no aprenden ...).
Y también a Fiordaliso, Yo no te pido la luna,recordando el año anterior bailándola y la risa que pasamos. Dedicada, especialmente a Ruchi... Estos DJ de ahora ... ¡Ay, Ruchi, qué sosos...! ¿Qué te parece si el año que viene les sustituimos? Sé que lo estás pensando, jajaja... Esta vez, en italiano, que con el gripazo y el catarro no la puedes cantar... ¡Para ti, especialmente!!! ¡Non voglio mica la luna! ¡También para Bert, que le encanta!!!
¡Hasta la próxima cita!
Es hora de que aprendáis a comentar en los blogs, no sé cómo se hace, tenéis que investigar... ¡May, investiga!
Hola a todos. Un año más se acerca la cita de nuestra cena anual. Como recordáis, le tocaba organizarla a Ruchi, pero por motivos de distancia, ha delegado en May y en mí. En esta ocasión, nos veremos el sábado 25 de abril en CASA RAFA. La primera convocatoria será a las 21.30 para tomar allí mismo una cañita, y la segunda a las 22.00 para cenar. El menú asciende a 30€ y consiste en:
Entrantes: Calamares Croquetas. Gambas con torreznos Patatas a la importancia Jamón Plato Principal. A elegir entre: Cabrito Asado o Rape a la Plancha Postre: Souflé
Ribera de Duero
Café o infusiones y chupitos
Os pedimos que confirméis vuestra asistencia y la elección de vuestro plato principal durante la semana que viene, bien al grupo, por correo..., como sea más cómodo.
